DIARIO

Talleres fue superior a su rival y por eso ganó, pero no significa que haya jugado bien. Por momentos parecía que atropellaba a E. Central con trabajo en equipo, pase y una superioridad notable a la hora del uno contra uno, pero en el segundo tiempo el “monstruo” durmió y le dio a la visita cinco posibilidades de gol muy claras, tanto que si la visita acertaba al arco el marcador hubiese cambiado. Fue la última fecha del campeonato y Talleres está arriba en la tabla porque lo merece, pero debe ser más regular en su juego.
La “república” estaba colmada de hinchas que en ningún momento dejaron de festejar con sus bombos, cánticos, redoblantes y a los 38’ fueron recompensados con la llegada del primer gol. En la jugada siguiente al saque del medio campo, la recupera el “tallarín” mediante pases y velocidad, López tiene la pelota por lo cual el arquero rival lo sale a correr, Gastón sale contra la línea del área y da el pase a Martínez el cual remata y el defensor de E. Central Cabrera la detiene con la mano en la línea de gol y es expulsado con roja directa y penal, el cual López lo cambia por gol.
Ya en la segunda parte en el minuto 4 el local tiene un tiro que es una jugada preparada donde López ejecuta bien despacio por arriba de la barrera a los pies de Ruelli, el cual se encuentra solo, avanza y remata con potencia al arco sin dar chance alguna al arquero. A los 15’ E. Central, desde una buena jugada de pases triangulados llegua al arco, una vez que Riganti controla la pelota, quiere salir jugando corto como es su estilo y el del equipo, pierde la pelota y la jugada deriva en Quevedo que marca el descuento. Desde allí Talleres no jugó bien y los cambios empeoraron la situación, porque hubo  jugadas muy claras de gol para la visita que parecieron no despertar al “monstruo”. Central no supo convertir y lo lamentó mucho. Talleres mostró eficacia y efectividad, dentro de un juego que deberá mejorar.